Si la Copa del Mundo se jugase en las redes sociales, tendría un rey: Cristiano Ronaldo. En su activa cuenta verificada de Twitter que fue abierta en junio de 2010, @Cristiano tiene tuits únicamente en inglés aunque pertenezca a un equipo español y sea portugués. Sus 22 505 591 followers se informan por este medio sobre las novedades de sus sponsors, sus actividades, entrenamientos y más. En Facebook llega a los 78 033 893 de likes, a lo cual se suma su cuenta en Instagram, donde tiene 4 370 751 de followers. En total son más de 100 millones de fans que lo convierten en el jugador de fútbol más popular hasta el momento.
Su rival número uno en la cancha no lo sigue en las redes sociales, donde tiene un perfil más bajo. El jugador argentino, Leo Messi, a pesar de su popularidad como deportista que lo lleva a tener 55 713 892 de likes en Facebook, no tiene cuenta oficial en la popular cuenta de microblogging, de todas formas hay opciones, la cuenta no oficial más popular es @LioMessi_ y se inició en abril de 2011 y hoy cuenta con 1 047 474 de followers, es una de las tantas que se pueden encontrar a su nombre. A ella se suman la cuenta @LeoMessifanclub o @TeamMessi, cuenta oficial que abrió Adidas para una de sus principales figuras. También es un reciente usuarios en Instagram, red a la que se unió en agosto de 2013 y como primera imagen se puede encontrar su visita al Vaticano donde conoció al Papa Francisco, la imagen lleva 157 000 likes, y tiene 2 877 558 followers. En total son más de 60 millones de fans.
Ricardo Kakà, el jugador brasileño, se unió a la red social de Twitter en julio de 2009 y cuenta con 18 574 957 de followers y 27 242 344 de fans en Facebook, lo cual lo convierte en el tercer jugador más popular. El nuevo del Barcelona, Neymar Júnior (@neymarjr) lo sigue con 10 279 075 de followers y con 19 799 185 de fans en Facebook.
El Mundial de Fútbol Brasil 2014 es el primer mundial que tiene las posibilidades digitales de exponer los avances en tecnología que se han producido en los últimos años sobre los dispositivos móviles, como los smartphones y las tabletas. Cada partido va a tener resultados dentro y fuera de la cancha, las expectativas que habrá en cada juego se vivirán en internet, donde los comentarios del público se van a ver expuestos y las cuentas de las redes sociales tan populares de los jugadores van a explotar en visitas cada vez que ellos mencionen algo al respecto.
Si los jugadores juegan en la cancha y en las redes sociales, definitivamente las marcas los hacen jugar sus propios partidos en los comerciales, y estos son los juegos más valiosos en el aspecto económico. Los mayores sponsors del evento, como Adidas y Emirates, son a su vez sponsors habituales de los jugadores más populares, que reciben diversos regalos de las empresas con los cuales se toman fotografías para subir a sus cuentas. Una relación tan estrecha como la que hoy tienen los jugadores multimillonarios con sus marcas toman aún más valor durante el mayor evento que tienen cada cuatro años, y por eso mismo ambas partes deben explotarlo por todos los medios posibles.
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Una de las ideas más creativas que se han presentado, fue la de DirecTV que hizo una gran inversión con su emotivo comercial junto al reconocido director de cine Oliver Stone en el spot publicitario “Nada más importa” donde estrellas del fútbol como Sergio Agüero (Argentina), Radamel Falcao García (Colombia) y David Luiz (Brasil) son los protagonistas.
También es una gran momento para los fabricantes de televisores, que proyectan para Brasil 2014 un repunte de la demanda, de la mano de las pantallas de LED y los Smart TV, aunque no esperan batir el récord de Sudáfrica 2010.
En obra y contrarreloj
A 54 días para el comienzo del evento más grande que Brasil haya experimentado, el país no cuenta con su sede del partido inaugural en perfectas condiciones, el estadio Arena Corinthians de San Pablo.
Brasil ha invertido una cifra aún incalculable, pero se estima que la financiación estimada fue de 14 mil millones de dólares, los cuales han sido destinados a la construcción y remodelación de 12 estadios, la mejora en infraestructura de comunicación y transporte, la apertura de más de 100 nuevos hoteles y aeropuertos. Aunque Brasil cree que las ganancias triplicarán la inversión.
Sólo en la selvática Manaos con su estadio Arena de la Amazonia, se invirtieron en su construcción 279 millones de dólares luego de tres años de trabajo.
Según la consultora Datafolha el 52% de los brasileños está a favor de que se realice el mundial en su país, aunque en noviembre de 2008 el respaldo era del 79%. El 38% se manifiesta directamente en contra. En un país tan futbolero como Brasil estas son cifras muy altas, que han provocado manifestaciones masivas a mediados del año pasado y a principios de este.
La infraestructura este preparada o no, recibirá 18 900 periodistas acreditados ante la FIFA (y otro tanto sin credencial), 3.7 millones de turistas y una audiencia televisiva mundial estimada en 26.300 millones de espectadores en 214 países.
Este nivel de gasto, en un país que todavía tiene grandes problemas de desigualdad social y económica, provoca en la población muchas dudas sobre el futuro. Brasil busca dar una imagen segura frente al mundo, pero la incertidumbre que se genera de este feroz crecimiento tendrá consecuencias en la seguridad del país una vez que todos los turistas se hayan marchado.