Philae es el módulo de aterrizaje de la sonda espacial Rosetta, que voló durante 10 años y viajó 310 millones de kilómetros, con el objetivo de transmitir datos desde el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko durante nueve meses, mientras pasaba cerca del sol.

Fue construido por el Instituto de Investigación Aeroespacial de Alemania, que forma parte de la Agencia Espacial Europea (ESA). El 12 de noviembre de 2014 se desprendió, convirtiéndose en el primer vehículo espacial en aterrizar sobre un cometa, el cual mide 4 kilómetros de diámetro y es de periodo orbital de 6,6 años. Fue descubierto en 1969 por el científico ucraniano-soviético Klim Ivánovich Churiúmov.

Uno de los grandes desafíos fue el descenso de una sonda científica sobre la bola de hielo y polvo. Tardó siete horas en alcanzar la superficie helada y al desprenderse rebotó dos veces antes de llegar a su lugar de aterrizaje designado, y nunca disparó su arpón de anclaje. A pesar de esto pudo extraer muestras del cometa y transmitió datos.

Pero al posarse justo detrás de un montículo que le bloquea la luz solar necesaria para recargar sus baterías. entró en un modo inactivo. Poco antes de que su principal batería se agotara, decidieron intentar doblar el principal panel solar del módulo hacia el sol, una medida de último minuto que podría haber resultado.

Para su funcionamiento debe recibir siete horas de luz al día, que le permite tener actividad por 12.4 horas. Ahora se expone a 1.5 horas al día y ni es suficiente para la batería recargable secundaria.

El director de la misión, Stephan Ulamec, comentó que confían en que se reactivará y retomarán el contacto cuando se acerquen al sol. Si el módulo recibe energía solar por unos pocos días, una vez que está caliente, las baterías comenzarán a recargarse, bastará para darle suficiente energía para continuar sus experimentos científicos. Esto podría ocurrir la primavera del año próximo.

Todo fue reportado a través de la cuenta de Twitter de Philae, la cual tiene casi 400 mil seguidores. Su último mensaje fue enviado luego de que se apagara: “@ESA_Rosetta I’m feeling a bit tired, did you get all my data? I might take a nap… #CometLanding”

EL CINE Y EL ESPACIO

En los últimos años, la cinematografía tomó el espacio y lo hizo propio. Una de las películas que se destacaron fue Gravity de Alfonso Cuarón, que rompió récords en su primer fin de semana de estreno en Estados Unidos y superó los 52.6 millones de dólares. La tecnología,  el espacio y su experimentación parece ser la nueva obsesión del público.

Los espectadores no puedan saber si lo que ven en la pantalla es o no real, pero si las  personas de la comunidad científica. Algunos han declarado sobre la veracidad de los hechos que se presentan en los films, como el astrofísico Neil deGrasse Tyson, que habló en Twitter de los “Misterios de #Gravity“: “La cintaGravity debería llamarse Momento Angular“. Su declaración está relacionada al cabello de Sandra Bullock, su protagonista, que no flotaba, también cuestionó por que un médico estaba en la misión.

Ya no es necesario esperar algunos años para ver un hecho real en la pantalla. Para promover la misión, la ESA se convirtió en una productora de cine y se llevó a cabo el film Ambitio, dirigida por Tomek Baginski. Se puede ver en YouTube, ya tuvo más de 700 mil vistas, y está protagonizado por Aidan Gillen (Game Of Thrones) y la actriz Aisling Franciosi (The Fall).

Esta vez la realidad actual se entremezcla con la ficción, está basada en el poryecto que lleva a cabo la ESA junto a la NASA, pero se basa en la conversación de un aprendiz que intenta demostrar sus avances, con un maestro en un planeta remoto. Él pregunta “¿cuál es la clave de la vida en la Tierra?” y ella desconoce la respuesta obvia: el agua. El maestro explica que durante mucho tiempo su origen y el de la vida en la Tierra fue un misterio, por lo que la humanidad buscó respuestas fuera del planeta, en los cometas. Hasta que se creó el ambicioso plan de posarse en uno de ellos… La misión Rosetta.