Hace una semana se realizó el tercer cacerolazo masivo convocado desde las redes sociales en Argentina, y es interesante dar una mirada al impacto que la marcha tuvo en redes sociales, especialmente Twitter.
La red de información para el microblogging que mejor se presta a comunicar las actitudes de la gente en eventos de esta magnitud. Tomando como período de la manifestación la hora anterior y la posterior al pico de actividad en la red social en relación al tema el día de la marcha, es decir, entre las 20 y las 22 horas del 18 de abril, se puede establecer que el 18A unos 111.608 usuarios únicos participaron en conversaciones relacionadas con la manifestación.
Este número contrasta con los obtenidos durante el #8N y el #13S, las manifestaciones anteriores convocadas del mismo modo. Durante la marcha del 8 de noviembre, por ejemplo, la cantidad de usuarios activos fue de 58.775, mientras que el 13 de septiembre este número ascendió a 42.298.
Como sucede en estos casos, existen diferencias entre quienes se animan a publicar datos sobre la cantidad de personas que participaron de la protesta durante el 18A. Mientras que varios medios estimaban que la participación superó los dos millones de personas, de acuerdo con el Gobierno Nacional la convocatoria fue significativamente menor a la del 8N. De acuerdo a la agencia pública de noticias Télam, la Policía Federal Argentina estimó una participación de 71.000 personas en la Capital Federal, número que representa – de acuerdo con esta fuente – un 50% de reducción en la participación con respecto a la marcha anterior. Los números de Twitter, sin embargo, contrastan con los oficiales ya que, en esta red social, la participación escaló un 89%.
Los hábitos de los usuarios
Si bien la cantidad de conversaciones generadas en Twitter durante la marcha del 18A fue muy elevada y ésta se convirtió en Trending Topic en la Argentina, es de destacar que el 68% de los usuarios que participaron a través de la red social publicaron apenas un mensaje, y que el 92% del total no superaron los tres tweets. Esto puede deberse a una multiplicidad de factores, como que la infraestructura de las redes móviles del país no fueron capaces de soportar el alto tráfico de datos en las zonas de alta concentración, lo que habría impedido a los usuarios mantener conversaciones fluidas en la red social. Otro motivo puede haber sido que, con apenas un tweet, el promedio de los manifestantes se sintieron conformes y no sintieron la necesidad de seguir protestando por ese medio.
Los usuarios más influyentes
Habiendo enviado más de 60 tweets en unas pocas horas, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se convirtió en el usuario más influyente de la red social. Es de destacar que ninguno de estos mensajes, enviados desde el avión presidencial en el que la primera mandataria viajaba a Lima, estaba referido a la marcha. En cambio, la presidenta mencionó la cumbre de emergencia de la UNASUR a la cual se dirigía, donde se discutiría el respaldo a Nicolás Maduro tras los cuestionamientos por fraude en Venezuela y su relación con el presidente uruguayo José Mujica. Además, reflexionó sobre la muerte del ex presidente Néstor Kirchner. Los tuits de la presidenta generaron gran repercusión, tanto a favor como en contra, de parte de los usuarios, quienes la llevaron a esa posición.
Muy por debajo, otros usuarios influyentes fueron la diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires Elisa Carrió y el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri, ambos opositores al Gobierno Nacional.
Entre los medios de comunicación, destacaron la señal Todo Noticias, del Grupo Clarín, la cuenta del diario La Nación y la cuenta de la periodista Cynthia García, quien cubrió la manifestación en vivo para el programa de la Tv Pública 678, enfrentando a los manifestantes.
Durante los grandes eventos y, sobre todo, en grandes manifestaciones donde abunda la participación popular las redes sociales se han convertido en una extensión del mundo real y en un espacio de protesta concreto y completamente medible, que permite evaluar de manera eficaz el impacto de estos eventos y el sentimiento de las personas que participan en ellas.