El último domingo la televisión norteamericana vivió uno de esos momentos que ocurren pocas veces en la historia: el final de una de las series más celebradas en los últimos años
Breaking Bad narra la historia de Walter White (interpretado por Bryan Cranston) un profesor de química de secundaria que, al enterarse de que padece un cáncer terminal, decide comenzar a producir metanfetaminas para vender en el mercado negro y, así, pagar su tratamiento y dejarle algo de dinero a su familia.
A lo largo de cinco temporadas la serie muestra como White escala su negocio hasta transformarlo en un imperio asesinando a cientos de personas en el camino y convirtiéndose en una verdadera amenaza.
Al mismo tiempo, el programa se convirtió en un fenómeno mundial con cientos de millones de fanáticos en todo el planeta. Esto se vio reflejado no solo en el rating del episodio final del programa, sino que en las redes sociales donde demostró ser un verdadero fenómeno viral. Sólo durante el último episodio, el programa acumuló 2.062.000 menciones en Twitter sumando los términos “Breaking Bad”, los hashtags “#BreakingBad” y “#GoodbyeBreakingBad” (propuesto por el programa con un sobreimpreso junto al logo del canal) y los nombres de los personajes. Durante todo el último mes, durante el cual se transmitieron los últimos cuatro episodios, las menciones en Twitter superaron los 7 millones.
El crecimiento viral del programa
Breaking Bad llevó a la televisión un fenómeno que, hasta ahora, solo se daba en las redes sociales, el de crecimiento orgánico. El programa, estrenado por primera vez en enero de 2008 en AMC, una cadena – hasta hace poco tiempo – marginal en la grilla de cable, contó por varios años con ratings inferiores al millón de televidentes.
Vista por muchos como una serie oscura y desconocida por la mayoría, a esta serie le tomó varios años en ganar impulso, y no fue hasta la última temporada que logró convertirse en un fenómeno solo comparable con el de otras grandes series como Lost.
Esto puede verse reflejado en el rating que la emisión televisiva de la serie obtuvo en los últimos finales de temporada. El último episodio Breaking Bad fue visto por 10,3 millones de personas, lo cual representó un crecimiento del 442% con respecto al final de la temporada anterior, cuyo último episodio había sido sintonizado por 1,9 millones de espectadores, un número entonces considerado alto ya que superaba por 23% al episodio final de la tercera temporada.
Un crecimiento similar puede observarse en Twitter, red social en la que Breaking Bad acumuló un promedio de 2 mil menciones mensuales entre enero de 2008 y octubre de 2010, con picos durante los finales de temporada y los capítulos más impactantes que alcanzaban los 30 mil tweets. A partir de mayo de 2011, el número e menciones mensuales se incrementó a más de 100.000 con picos de 282.000 en septiembre de 2011 y de 953.790 en octubre de 2012, fecha a partir de la cual comenzó a recibir un promedio de 400.000 menciones mensuales, hasta alcanzar el pico máximo de 6,5 millones en septiembre de este año.
Algo similar ocurrió con el volumen de búsquedas en Google, donde la serie creció exponencialmente durante el último año.
Semajente crecimiento no fue casual y se debió a un fenómeno que fue posible gracias a Internet: el catching-up. Impulsado por el boca en boca, Breaking Bad se convirtió en un fenómeno viral. Esto ocurrió tanto a través de las redes sociales, como de conversaciones de oficina y entre amigos, ámbitos en los que quienes veían la serie se convirtieron en evangelizadores, produciendo que millones de nuevos espectadores comenzaran a verla. Para ponerse al día, estas personas recurrieron a servicios de streaming como Netflix, compañía que incluso se ganó un reconocimiento por parte de Vince Gilligan, creador de la serie, durante los Emmy por su rol en ayudar a difundir el programa. Muchos otros, recurrieron a descargas ilegales.
El último episodio de Breaking Bad supera ampliamente la cantidad de “seeders”, (es decir, de personas que cuentan con el archivo en sus computadoras) en el popular sitio de descarga de torrents The Pirate Bay en comparación con los nuevos episodios de Family Guy y Modern Family dos de los más populares programas de las cadenas Fox y ABC respectivamente.
Además, durante los últimos dos años Bryan Cranston y Aaron Paul, los actores principales de la serie, se convirtieron en verdaderos fenómenos en Internet, acumulando cientos de miles de seguidores en Twitter y transformándose en protagonistas de Memes, blogs, fan pages en Facebook y todo tipo de espacios dedicados a la cultura popular en las redes sociales.
Esto demuestra que es innegable el rol que Internet tuvo a la hora de propulsar el éxito del programa y, en definitiva, de maximizar las ganancias que obtuvo la cadena AMC con el mismo, tanto a través de los derechos cobrados a otras cadenas y a Netflix por los derechos de retransmisión, como por los ingresos publicitarios obtenidos durante la emisión de los últimos capítulos de la serie, durante los cuales cobró el precio del segundo publicitario al mismo precio que las grandes cadenas de televisión abierta como FOX cobran durante sus programas más populares, un hito antes impensado para un canal de cable.
Breaking Bad demostró que, lejos de ser necesariamente competidores, los servicios de streaming de programación por Internet resultan complementarios y hasta son capaces de darle un gran impulso a los productos audiovisuales de los canales tradicionales.
En el futuro, es probable que los programadores de televisión no se vean tentados tan fácilmente a abandonar una historia atractiva si esta no logra cautivar a una gran audiencia en sus primeras emisiones. En cambio, es posible que canales y productoras apuesten por Internet para impulsar estos programas y lograr un crecimiento a largo plazo que resulte tanto o más rentable que el modelo tradicional aplicado hasta hoy.