En lo que fue presentado como un intento de proteger la inocencia de los niños de las “influencias corrosivas” de la pornografía, el primer ministro británico David Cameron presentó una iniciativa que plantea restringir el acceso a ciertos sitios de Internet en todo el territorio del Reino Unido, a no ser que se exprese la voluntad de poder seguir visitándolos.
Esta medida, presentada el día del nacimiento del Bebe Real, la cual entrará en plena vigencia durante el transcurso de 2014, prevé que durante los últimos meses de 2013 las personas subscriptas a un servicio de banda ancha deberán elegir si querrán permitir que a través de sus conexiones pueda accederse a sitios de carácter pornográfico, los cuales se encontrarán bloqueados por defecto.
La elección se dará a través de un formulario en el cual el titular de la cuenta deberá indicar a que tipo de sitios deberá acceder libremente sin que estos sufran un proceso de filtrado previo. Al momento de mostrarse el formulario, todas las opciones de bloqueo estarán marcadas por defecto. De esta forma, el proceso de limitación ocurrirá al nivel total de una cuenta, y no por computadora, por lo que la decisión que tome el titular de la misma afectará a todos los dispositivos conectados en su hogar.
Las redes inalámbricas, por su parte, se encontrarán bloqueadas sin la posibilidad de rechazar el filtrado.
La implementación de este plan se realizó de la mano de los ISP, es decir, las compañías encargadas de proveer el acceso a Internet a los británicos. British Telecom, Virgin, Sky y Talk Talk, las cuales cubren a casi el 95% de los suscriptores en el país, ya anunciaron que actualizaron su tecnología, o estarían trabajando en hacerlo, para poner en marcha este plan. Las mismas, sin embargo, no lo hicieron sin antes poner reparos. Durante las primeras charlas técnicas, la sugerencia de estas empresas fue la de colocar estos filtros de manera optativa, permitiendo que las personas decidieran si deseaban encenderlo. El gobierno, sin embargo, optó por encenderlo por defecto, y dejar que los ciudadanos fueran los que tuvieran que tomar el camino de darlo de baja. Esto supone un dolor de cabeza para estas compañías, las cuales esperan picos de quejas por parte de sus clientes una vez que el plan esté completamente implementado y en marcha.
Al mismo tiempo, el gobierno le solicitó a Google y Bing, los principales buscadores de Internet en el país, que bloqueen contenidos e imágenes relacionadas con violaciones, violaciones simulados y abuso infantil, aunque esto último ya se encontraba bloqueado y custodiado por un grupo especial de la Policía Metropolitana de Londres dedicada a la identificación y prevención de la pedofilia.
Twitter, por su parte, también instalará filtros que prevendrán que los británicos accedan o puedan subir material relacionado con estas tres categorías a través de su red social. Amazon, a su vez, removerá los libros relacionados con la temática del abuso sexual de su tienda en aquel país.
Frente a la inminente activación de estos filtros, distintos grupos a favor de la libertad de expresión, manifestaron su preocupación por el peligro de que esta tecnología terminara bloqueando también material relacionado con educación sexual y la prevención del abuso infantil. Al mismo tiempo, muchos británicos, incluidos Miembros del Parlamento del partido de Cameron, como Louise Mensch, expresaron su disgusto con estos filtros señalando que, por ejemplo, muchos hombres y mujeres disfrutan del contenido. Es por eso, y luego de reconocer que no se habían considerado todos los escenarios antes del anuncio, que el Primer Ministro anunció que los filtros permitirán la visualización de imágenes eróticas, tales y como las que el diario The Sun publica cada día en su tercera página.
Más allá del contenido para adultos
De acuerdo con una investigación realizada grupo de lucha por los derechos humanos Open Rights Group, el filtro propuesto por el gobierno va mucho más allá del contenido para adultos, y podría abarcar también a otras categorías como contenido relacionado con el suicidio, los desordenes alimenticios, las drogas, el alcohol, visiones políticas extremas y terrorismo, material violento y, curiosamente, los foros online y el material esotérico.
Estas últimas categorías, sobre todo, llamaron la atención del grupo, el cual denuncia en su sitio web que al tratarse de conceptos tan amplios darían lugar a que virtualmente se filtrara cualquier cosa, incluidos sitios relacionados con teorías conspirativas, contenido religioso y político, convirtiendo a este plan en un verdadero motor de censura.
Otro gran crítico de este plan es Jimmy Wales, co-fundador de Wikipedia y asesor de Cameron en asuntos tecnológicos, quien denunció que estos filtros no van a funcionar, porque los pedófilos simplemente podrían hacer opt-in, es decir, declarar que no quieren que su contenido sea filtrado y, así, poder acceder sin restricciones a cualquier material.
Esto, sin embargo, no representa la mayor crítica por parte de los británicos. Otros grupos, y miles de ciudadanos, han expresado a través de foros y en sitios de noticias, su preocupación por la extensión de estos filtros los cuales podrían incluso llegar a bloquear el uso de Proxys y VPNs, los cuales permiten conectarse a Internet simulando estar en otras ubicaciones geográficas salteando, así, filtros locales. La red Tor, la cual permite conectarse anónimamente a Internet, también sería víctima de estos filtros.
Es por esto que muchas agrupaciones y activistas, sospechan que la protección a los niños es apenas una excusa para bloquear contenido político, especialmente después de las revelaciones de espionaje extensivo difundidas por el periódico The Guardian utilizando material entregado por el exempleado de la CIA y la NSA Edward Snowden.
Sea esta una inocente política destinada a proteger a los niños, o parte de una estrategia de control de contenidos, el programa de filtrado está en marcha y se espera que entre en total vigencia durante 2014. Sin embargo, la masiva crítica por parte del público y en especial del sector tecnológico y por parte de grupos vinculados a la libertad de expresión, están logrando que el gobierno de Cameron reconsidere la medida en la que podrá implementar el plan, y empiece a aclarar hasta que punto planea filtrar Internet.
Foto: DFID